Cómo manejar el miedo al fracaso

Cómo manejar el miedo al fracaso

Cómo manejar el miedo al fracaso cuando quieres emprender

Aprender a manejar el miedo al fracaso es, tal vez, uno de los aprendizajes que más impulso va a darte para conseguir llevar a buen puerto tus proyectos y emprendimientos. Da igual si ya has intentado llevar adelante un proyecto o si es ahora cuando estás pensando en hacerlo. Una de las etapas por las que vas a tener que pasar es la de afrontar el miedo al «¿qué pasará?».

Las personas nos sentimos mucho más cómodas cuando nos movemos en medio de certezas que cuando tenemos que lidiar con la incertidumbre. Aunque siempre habrá quien viva feliz en ese estado sorpresa ante lo que el futuro le pueda traer. Pero el común de los mortales preferimos tener por anticipado claras y bien amarradas todas las posibles opciones. Aunque ya puedes imaginar que es una pretensión imposible de alcanzar.

Y, puesto que no vas a poder tener todas las respuestas que necesitas por anticipado, no te va a quedar más remedio que aprender a manejarte en la incetidumbre, por más que te resulte desagradable. Spoiler: cuando aceptas el no saber como parte del proceso, acaba resultando menos antipático de lo que ahora te parece.

Si no vas a poder eliminar la incertidumbre de tu vida, ya estás tardando en empezar a aplicar alguna manera de lidiar con ella. Te ofrezco algunas ideas. Sigue leyendo.

Qué hacemos cuando tenemos miedo a fracasar

Son precisamente algunas de las estrategias que ponemos en funcionamiento para hacer frente a lo desconocido las que nos llevan a no lograr lo que queremos.

Tal vez te resultan familiares algunos de estos comportamientos:

  • postergar lo que sabes que tienes que hacer
  • boicotearte mentalmente con mil excusas que justifican porque no está tan mal no hacerlo
  • cargarte de otras ocupaciones que te impiden tener tiempo para eso que necesitas hacer
  • no encontrar nunca el momento adecuado para empezar (puede leer el post Emprender en tiempos de crisis)
  • ser víctima de la parálisis por análisis
como manejar el miedo
“SI QUIERES LA PAZ, PREPÁRATE PARA LA GUERRA” FLAVIO V. RENATO (383-450)

Para vencer a tu enemigo, primero debes conocerlo bien.

Aunque en realidad la única batalla que vas a tener que pelear es contra tus creencias acerca del significado de la palabra fracaso.

1. Analiza qué asociaciones mentales haces cuando piensas en fracasar. ¿No son todas muy catastróficas? ¿No hay un exceso de drama en ellas? Te recuerdo que no todo lo que no sale como esperabas te lleva de cabeza a la ruína, al abandono de los demás. Hay muchos sinónimos que puedes aplicar cuando las cosas no salgan como esperabas: contrariedad, equivocación, decepción, chasco, desengaño… No juzgues siempre el resultado a bulto.

2. Asume que cuantos más errores cometes, más cerca estás de conseguirlo. Da igual si hablamos de meter canastas, dibujar, hablar en público, relacionarte con los demás o conseguir tener éxito en tu proyecto emprendedor.

3. Aléjate del pensamiento todo o nada (es una distorsión cognitiva, pero de esto hablaremos en otro momento) y cámbialo por un pensamiento incremental. Es decir, un resultado inesperado no tira por tierra todo tu planteamiento. No esperes a que el proyecto se complete para sentir que lo has conseguido. Valora los pequeños avances.   

4. Deja de tratarte como si fueras la única persona de este mundo que no puede meter la pata. Reconoce que eres capaz de entender, perdonar y minimizar los fallos de los demás. Pero, por alguna extraña razón, has decidido que no es lo mismo, que lo que en los demás no está tan mal en ti es lo peor de lo peor…

5. Reconcíliate con tu miedo. No es más que una emoción que lo único que intenta es protegerte. Pero si dejas que campe a sus anchas y lo alimentas con pensamientos catastrofistas, dejará de ser útil. Ya sabes, ante una situación de peligro: ataque, huída o parálisis. 

6. Usa el miedo como brújula. El miedo nos previene de lanzarnos al mundo poniendo en peligro nuestra integridad. Pero, la verdad, emprender no es poner en peligro tu vida. No, al menos, si usas la prudencia como guía. Te pongo un ejemplo. Si para lanzar tu proyecto necesitas hipotecar la casa de tus padres, la pérdida, en caso de que no te salgan bien las cosas, es muy elevada, sobre todo para ellos. En este caso, está claro que el proyecto se escapa de tu capacidad actual para afrontar ese riesgo. Empieza con un proyecto en el que lo que juegues sea una pérdida asumible en caso de no salir como esperabas. 

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EMPRENDER EN TIEMPOS DE CRISIS, O NO HACER NADA…

General | 0 Comentarios

Escrito por rosana

Emprender en tiempos de crisis puede no ser un imposible. Porque quieres emprender pero en los tiempos que corren te asaltan todos los miedos. No nos habíamos recuperado de una crisis cuando, de pronto, estamos metidos de patas en otra aún peor. Ya estabas pensando que por fin veías la luz al final del túnel y que, ahora sí, te lanzarías a poner en marcha tu proyecto. Y, de pronto, una guerra infame, una crisis energética, los precios por las nubes…

Parece que los hados no están de tu parte y nunca va a ser el momento perfecto para lanzarte. Pues tienes mucha razón. No esperes el momento perfecto para nada porque, simplemente, no existe. Cuanto antes asumas esta realidad, antes lograrás avanzar hacia ese objetivo que cada vez te parece más inalcanzable. Y recuerda que siempre ha habido crisis y siempre ha habido quien ha decidido a emprender en tiempos de crisis.

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Abrir un negocio en plena crisis

Si algo recuerdo de la apertura de nuestro primer centro de psicología Haztúa es el momento en que lo hicimos. Estábamos a finales del año 2008. Inauguramos en septiembre. Y lo que todo el mundo nos repetía era: «¡Vaya momento que habéis elegido para abrir un negocio!» Era evidente que a nadie le parecía una buena idea. No sé si pecamos de insensatas o era más bien que no había nadie en nuestro entorno con experiencia en los negocios. Estaban asustados temiendo que la crisis les aplastara en cualquier momento. Todos estaban guardando ilusiones, fuerzas y dinero para tiempos mejores. Temiendo lo difícil que era emprender cualquier proyecto por la crisis.

Te mentiría si te dijese que fue fácil. No lo fue en absoluto. Dedicábamos a Haztúa todas las tardes al terminar la jornada en nuestros otros trabajos. 

Sí. Por aquél entonces teníamos un trabajo que nos daba de comer y Haztúa, que era el trabajo qure queríamos tener. Aunque en realidad no lo víamos como un trabajo sino como una pasión. De otro modo, habríamos sucumbido a todas las dificultades que se nos presentaron. Durante mucho tiempo, tuvimos que aportar dinero del «trabajo-trabajo» para poder inyectarlo en el «trabajo-pasión».

No esperes que sea fácil o rápido

Igual piensas que aquello era una locura, económicamente hablando. Y seguramente tienes razón. Pero estábamos tan convencidas de que íbamos a triunfar que nunca desistimos. Estuvimos meses así, trabajando en nuestra pasión pero pagándonos y pagando los gastos con nuestro otro salario. Desde un punto de vista empresarial, una auténtica ruína  

 ¿Fue fácil? No, no fue nada fácil. Hubo muchos momentos en los que pensamos tirar la toalla. Nos preguntábamos a nosotras mismas hasta dónde estábamos dispuestas a esperar el éxito.

El éxito para nosotras en aquellos momentos era tener un mes en el que no sacábamos de una cuenta del banco para tapar la otra. El éxito era saber que podíamos mantener los gastos otro mes, y tal vez, ése sería el mes que nos traería un caudal de clientes que demostraría que estábamos en lo cierto apostando por nuestro sueño de hacer de Haztúa nuestro «trabajo-pasión».

No siempre quien te aconseja tiene más experiencia

Como te contaba, hubo muchas personas que no entendían ese empeño y nos daban consejos: es mejor cerrar, no es el momento ideal, os váis a arruinar…

Seguramente, tenían las mejores intenciones. Pero la verdad es que ninguna de esas personas tenían experiencia en abrir negocios. Nos compartían sus miedos, no sus conocimientos o experiencia.

Todos podemos opinar acerca de los proyectos ajenos. Es muy sencillo. Pero si escuchas sin poner criterio, acabarás perdiendo el rumbo.

Busca a quienes hayan pasado antes por tu camino, porque ellos ya han descubierto muchas maneras de hacerlo mal que puedes evitar.

Yo ya he recorrido el camino varias veces. Mi misión es ayudarte. ¿Quieres emprender? Contacta conmigo aquí

Te ayudo a emprender, también, en tiempos de crisis

La distancia entre alcanzar tus metas y quedarte a mitad de camino puede estar en quién elijes para que te acompañe en el viaje.

No es una ciencia exacta. Nadie te podrá garantizar con un 100% de certeza que tu emprendimiento será un éxito (y si alguien lo hace, te estará mintiendo). Pero no te quepa ninguna duda de que una buena compañía puede hacer la diferencia entre lograrlo o no lograrlo. Entre llegar antes o no llegar nunca. Te cuento cómo yo puedo ayudarte a llegar a tu objetivo cometiendo el mínimo de errores y con un proyecto con vocación de llegar para quedarse. Lee aquí lo que puedo hacer por ti.

Hay muchos errores que puedes evitar, muchos caminos que son más seguros para llegar. Se trata de que elijas a quien te de confianza y te acompañe a recorrer ese camino con el mismo entusiasmo con el que tú te has lanzado.

No es una meta que se alcance rápido, así que recuerda:

 «Si quieres llegar rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, camina (bien) acompañado»

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